lunes, 24 de marzo de 2008

LA RECOMPENSA

Había estado prácticamente ocho meses sin ir a alguna discoteca (por complicaciones de mi asma), así que el dieciocho de enero, una semana después de que me dieran ‘luz verde’, fui con unos amigos a Barranco. El regreso no fue el que esperaba, por lo que decidí volver al mismo lugar en unos días.
Fui de nuevo, con mis primos, unas semanas mas tarde. El tono estaba bueno, iba y venía de VIP, el whisky ya estaba debajo del pelo; estuve casi todo el rato con ellos, hasta que de pronto me vi solo. El menor estaba con una rubia en el estrado y el mayor, ‘rondeando’ con unos patas suyos. Yo estaba a un lado, mirando a las personas en la pista, fue entonces que la vi. Me acerqué, le dije algo y nos pusimos a bailar. Ella era alegre, linda y divertidísima; sin saber cómo, íbamos de un lado al otro entre la gente, conversábamos de cualquier cosa, sonreíamos, yo mencionaba que ‘ese era mi primo’ y que ‘aquel también’ y ella me decía ‘con cuántos primos has venido?’ y volvíamos a sonreír. La noche fue excelente, la pasé muy bien con ella. Durante un tiempo nos seguimos hablando, pero solo por messenger. Un mes después, sabíamos que nos volveríamos a ver, debido a que, en la misma discoteca en que nos conocimos, habría la presentación de un ‘gran artista’ (Tongo). Ella me consiguió una entrada en pre-venta y me pidió una recompensa a cambio. Yo, debido a mi mal juicio, me imaginé que sería una recompensa de las que se dan en las fiestas y nos cuestan nada (ojala me entiendan), y estaba muy equivocado. Estábamos bailando al costado de la pista, porque ésta estaba repleta (mucha gente había ido para ver al ‘ahijado de Bayly’), cuando se refirió a la ‘recompensa’. Quería el CD de un grupo punk. El favor no había sido ‘tan grande’, la diferencia entre las entradas era de cinco soles, así que me rehusé a comprar el disco, no en ese mismo instante, sino mas tarde.
Luego de unos días me di cuenta que me había portado como un idiota, que pude tomarme la molestia de interpretar el CD como un recuerdo más que como una recompensa, supongo que ahora, cada vez que no ve ese CD, no se acuerda de mí. Espero que llegue a leer esto, porque ya no hablamos mucho.



Ay! Rocío, caviar de Riofrío,
sola entre el gentío,
tortolica en celo,
como un grano de anís,
un weekend en París,
un deshielo.


Ay, Rocío
Joaquín Sabina - Alivio de luto (2005)

4 comentarios:

JRodriguezD dijo...

Regálale el cd, para que vuelvan a hablar

Anónimo dijo...

esq asi son los hombres ps!!

xD

pero ya ps...

pidele disculpas...

y dale el fuckin cd!

Fabianna (: dijo...

Linda historia... Seguramente a la chica le hubiera gustado qe se lo dijeras en vez qe lo escribas. Lo llego a leer?¿

OmaR dijo...

no creo que haya leído esto, Fabianna... y el CD sigue no habido...

saludos, gracias por pasar por este blog abandonado :)